Eloy (Leandro Stivelman) es un adolescente de 19 años que trabaja junto a sus padres repartiendo ángeles, lápidas y figuras ornamentales en las sepulturas que atiende el negocio familiar en el cementerio de la ciudad. Al morir su padre, Eloy ve acelerar el tiempo que lo llevará a la adultez en un mundo hostil y ajeno. En el camino conoce a Elvira (Antonella Costa), que mediante el aprendizaje de ciertas prácticas sexuales le permitirá acceder a zonas desconocidas de su espíritu y de la realidad.
Este nuevo film de Eliseo Subiela, tras la grata sorpresa que representó el estreno de “El resultado del amor”, se debate constantemente entre lo que quiere mostrar y lo que prefiere dejar librado a la imaginación. Es quizás esta indecisión lo que le resta algunos puntos: habría que dejar de pensar en qué dirá el sector pacato de la sociedad y construir, y es ese el deseo, una historia en donde el sexo tenga el lugar predominante y excluyente que se merece.
Nuestra opinión: n n n n n
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