La película comienza con un ritmo acelerado: un hombre pierde la vista de un instante al otro mientras se dirige hacia su trabajo y se ve envuelto en una especie de aterradora niebla blancuzca. Una por una, cada persona con la que se encuentra (su esposa, su oculista) sufrirá el mismo destino. A medida que la enfermedad se esparce, el pánico y la paranoia contagian a la ciudad. Las nuevas víctimas de la “ceguera blanca” son cercadas y colocadas en cuarentena en un hospicio que se está cayendo a pedazos, donde cualquier semejanza con la vida cotidiana comienza a desaparecer.
Jugando con el fuera de campo y la lente desenfocada, Meirelles transmite la sensación de turbación y desconcierto que sufre alguien que acaba de perder el sentido de la visión.
En última instancia, Blindess –tal el título original- se pregunta qué significa no ver, más allá de la cuestión física que produce la ceguera: no querer observar la realidad que nos rodea y descubrir el interior de las personas, lo cual sólo llegamos a hacer cuando lo mundano se convierte en invisible a los ojos…
Nuestra opinión: n n n n n
Para leer más, hacé click aquí
No hay comentarios.:
Publicar un comentario