Jason es un adolescente (Michael Angarano, protagonista de “Súper escuela de héroes”) que está obsesionado con el cine de Hong Kong y los clásicos de Kung-fu. Pasa horas viendo estas cintas, revolviendo las bateas de los locales y relacionándose con todo aquello que lo una a Oriente. Es en uno de estos recorridos por una pequeña casa de empeños del barrio chino que hace un extraordinario descubrimiento: el legendario báculo de un sabio guerrero chino, conocido como el Rey Mono (Jet Li). Gracias a esta reliquia, Jason retrocede en el tiempo hasta la Antigua China donde se une a un grupo de guerreros expertos en artes marciales (liderado por Jackie Chan) que intentarán liberar al Rey Mono de su descanso eterno.
Por primera vez juntos en una misma película, estos dos íconos del cine de artes marciales se animan a ponerle el cuerpo a una historia con los típicos toques surrealistas, donde la mitología y la realidad se confunden y amalgaman.
Jet Li se juega por el lado de la comedia y dota de cierto aire ridículo a su personaje, mientras que Jackie Chan hace una buena doble composición del anciano dueño de la tienda de videos y de un guerrero borracho, demasiado ágil teniendo en cuenta su nivel etílico.
Finalmente, vale destacar el diseño de producción y quizás no tanto los efectos visuales que no presentan novedad alguna a lo visto en los últimos años en realizaciones semejantes.
Nuestra opinión:
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