Lejos de candor de toda idealización –esa otra forma de deshumanización- y aunque huela a obviedad, quizás sea necesario decir que en la villa también hay sitio para la fiesta, la intensa alegría, el gesto fraterno. Allí viven muchas personas que conmueven por la integridad de sus valores, por su valiente compromiso para con las necesidades de sus vecinos o, sencillamente por la entereza de su deseo de luchar y seguir luchando contra múltiples y profusas desesperanzas y contra todo desencanto.
Como una indignación y una queja triste y desde una esperanza arropada de pasión, hemos escuchado y luego escrito las historias de algunas de las personas que habitan y aún creen, sueñan y esperan, en uno de los sitios más pobres, violentos e inadmisibles de Buenos Aires: La Ciudad Oculta.
Este libro es eso, una invitación a escuchar. Desde ellos escuchamos nuestra historia reciente, lo que vivimos, lo que somos. Pues las villas miserias no están al margen de nada; muy por el contrario, nos constituyen, nos representan, nos configuran como personas y como sociedad.
El propósito es tratar de mostrar fuera de mitos y prejuicios, cómo se vive y cómo se muere hoy en una villa miseria argentina.
Como una indignación y una queja triste y desde una esperanza arropada de pasión, hemos escuchado y luego escrito las historias de algunas de las personas que habitan y aún creen, sueñan y esperan, en uno de los sitios más pobres, violentos e inadmisibles de Buenos Aires: La Ciudad Oculta.
Este libro es eso, una invitación a escuchar. Desde ellos escuchamos nuestra historia reciente, lo que vivimos, lo que somos. Pues las villas miserias no están al margen de nada; muy por el contrario, nos constituyen, nos representan, nos configuran como personas y como sociedad.
El propósito es tratar de mostrar fuera de mitos y prejuicios, cómo se vive y cómo se muere hoy en una villa miseria argentina.
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