En 1985, a la edad de 43 años, Jean Dominique Bauby, redactor en jefe de la revista francesa Elle, sufre una embolia masiva. Sale del coma veinte días después, y los médicos descubren que Jean padece del llamado síndrome de cautiverio, a consecuencia del cual queda completamente paralizado, a excepción de su ojo izquierdo.
Él no puede hablar, comer ni respirar sin asistencia mecánica, y aunque aún es mentalmente funcional, es un individuo prisionero de su propio cuerpo, comunicándose solo a través del parpadeo de su ojo. Forzado a adaptarse a esta nueva perspectiva, Jean Dominique (se) crea un nuevo mundo a partir de las únicas dos cosas que no se han paralizado: su imaginación y su memoria.
En el hospital le enseñan un código para comunicarse utilizando as letras más comunes del alfabeto. El mero recurso de parpadear cuando escucha la letra correcta, permitirá que vaya construyendo palabra a palabra, frases y párrafos. Y es de este modo como el espectador debe internarse dentro de la mente del personaje para comprender la esencia y el verdadero valor de este relato.
Este es el único método para abrir su prisión, la escafandra en la que se ha convertido su cuerpo, permitiéndole volar sin límites rumbo a la libertad, al igual que lo hacen las mariposas.
Nuestra opinión: n n n n n
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