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Esta última entrega, por lo menos la última con los personajes que ya conocemos, es la primera pensada para cine y es la que más se arrima a la concepción original del musical cinematográfico de la Edad de Oro del mismo. Cuadros excepcionales repletos de coloridos vestuarios y escenografías hacen que las canciones sean mucho más pegadizas, tanto para los chicos como para los padres que los acompañan.
Sin duda, Kenny Ortega –coreógrafo experimentado en films como Footloose, cuya pronta remake será protagonizada por Zac Efron- sabe qué es lo que necesitaba transmitir para el cierre de una etapa, el paso definitivo de la adolescencia a la adultez, y eso se ve reflejado en las letras de las canciones y en la actitud de los protagonistas frente a las nuevas decisiones que deben tomar. Un final de trilogía a lo grande!
Nuestra opinión: n n n n n
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