25 de septiembre de 2008

Dani, un tipo de suerte

Todo comienza con el viudo y padre de familia Dan Burns, quien escribe una columna de consejos y aún sufre el dolor de la pérdida de su esposa. Su mecanismo de defensa frente al dolor es mantener el orden y controlar a sus tres hijas, mientras evita cualquier cosa inesperada o poco común se incorpore en sus vidas. Pero cuando Dan decide ir a Rhode Island para el fin de semana anual que todos los años organiza la numerosa y ruidosa familia Burns, todo cambia.

Al poco tiempo de llegar, y procurando algo de libertad para sus hijas, decide ir hasta el pueblo donde en una librería conoce a una atractiva mujer llamada Marie. Por primera vez en mucho tiempo, Dan siente que el corazón palpita más de lo habitual, pero debe controlarse cuando descubre que el objeto de su afecto es en realidad la nueva novia de su hermano Mitch, quien está por presentarla a la familia.

Steve Carell vuelve a incursionar en la comedia dramática (probados méritos obtenidos en el film sorpresa de 2006, “Pequeña Miss Sunshine”) y lo hace de la mano de una de las más deliciosas actrices que el cine europeo nos supo brindar, Juliette Binoche.
Ambos se potencian en pantalla, se complementan y se destacan por separado en los géneros que le son más habituales: ella en el drama, él en la comedia.
Asimismo, el gran elenco que compone a la variopinta y ecléctica familia Burns no tiene desperdicio, desde una casi irreconocible Amy Ryan (nominada al Oscar por su composición de una madre adicta en “Desapareció una noche”) hasta la breve participación de Emily Blunt (la secretaria anoréxica de “El Diablo viste a la moda”).

Sin dudas, Dani, un tipo de suerte muestra lo difícil de ser un padre soltero y lo complejo y doloroso que es reponerse de la muerte de un ser querido.

Nuestra opinión: n n n n n

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