Cuando el reino de Granada capituló en 1492 ante los Reyes Católicos, se estableció que los ritos, la religión y las costumbres musulmanas serían respetados. Sin embargo, siete años después, el cardenal Cisneros tomo posesión de la diócesis granadina con la intención de cristianizar a los musulmanes, y en 1502 se publica el decreto de conversión.Esta novela es una emocionante evocación de la vida cotidiana de las últimas comunidades moriscas, enfrentadas al terrible dilema de perder su identidad o emprender el camino del exilio. A través de las vivencias de una familia asistimos a la reconstrucción de una época mal conocida de la historia de España, en la que se truncó la coexistencia enriquecedora de diversas culturas y religiones en un mismo suelo.
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