Las cuestiones románticas entre Kristen McKay (Liv Tyler) y James Hoyt (Scott Speedman) ya venían mal: hace pocas horas ella rechazó su propuesta de casamiento y decidieron que la relación no tenía más futuro. Destinados a separarse, pero obligados a convivir esa última noche (la que hubiera sido la previa de un extenso viaje juntos) se alojan en una aislada residencia vacacional.
De pronto el silencio es interrumpido por fuertes golpes en la puerta. A partir de allí comienza una violenta invasión de tres extraños, que ocultan sus rostros con horribles máscaras. La pareja se ve involucrada en una lucha desesperada, en la que los dos van más allá de lo que se creían capaces con tal de sobrevivir.
Con un inquietante uso de la cámara alzada, esta primera incursión de Tyler en el género del terror está basada en hechos reales que ocurrieron en Estados Unidos en el 2005.
En esta perturbadora persecución que sufren los protagonistas no hay que buscar respuestas o explicaciones, la ausencia de certezas lo hace aún más escalofriante.
Quienes tengan planeadas unas tranquilas vacaciones es un paraje desolado, tal vez lo pienses dos veces luego de ver esta cinta.
Nuestra opinión: n n n n n
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