30 de julio de 2008

Lipstick Jungle

Candace Bushnell, un día, descubrió la pólvora. O una mina de oro. Columnista de asuntos sociales y sexo en una revista neoyorquina, se dio cuenta de que entre sus manos podía tener una serie de televisión. Y así nació Sex and the City. El éxito duró seis años en la pantalla y hasta se hizo una película. Candace, entonces, se dio a la tarea de elaborar, ya con toda la intención, otro best seller, y escribió Lipstick Jungle. Ya transformada en serie, Fox la estrenó en la Argentina el martes 10 de junio a las 22.


Como si la propia Mirtha Legrand hubiera aconsejado a Bushnell aquello de que nunca hay que bajarse de un éxito, la escritora siguió nadando, para su nueva obra, en los "misterios" del universo femenino. Y en el glamour, por supuesto. Sólo que ahora, en lugar de cuatro amigas treintañeras de Nueva York, las protagonistas son tres amigas que rondan los cuarenta, son profesionales super exitosas y viven en Nueva York.


Brooke Shields, la ex niña y adolescente prodigio, sigue igual de bonita y aquí se pone en la piel de Wendy Healy, presidenta de una empresa cinematográfica cuyo conflicto personal se puede resumir en: cómo combinar una carrera exigente, una familia tipo y un marido que se siente inferior a su mujer. Kim Raver (la novia de Jack Bauer en 24) es editora de una revista de modas e hiper competitiva en su trabajo; la vida personal no le hace el menor ruido a Nico Reilly, su personaje, porque lleva adelante un matrimonio sin pasión pero sin problemas. Entre las dos, la diseñadora Victory Ford (Linsay Price, de Beverly Hills 90210) quien conserva la ilusión de que podrá cumplir sus sueños profesionales y "encontrar al amor de su vida" sin contradicciones ni techo de cristal que valga.


Mucho taco altísimo, bastante animal print y tapaditos de colores, la serie empieza con un locutor de noticiero leyendo un dato que será esencial en Lipstick Jungle: estas señoras figuran entre las 50 más influyentes de Wall Street. Pero una de ellas, Victory, debe reponerse del fracaso en que las críticas sumieron a su último desfile, y la ocasión sirve para que las personalidades salgan a flote en pocas frases. Mientras Wendy aconseja "bajar el perfil por un tiempo" y ofrece una quinta repleta de chocolates y marihuana, Nico asegura que "hay que enfrentar todo: en esta ciudad, cuando huelen miedo, se terminó".


Y si en lugar de "las mujeres y el sexo", como su antecesora, Lipstick Jungle podría subtitularse "las mujeres y el poder", el personaje que más da en este sentido es Nico, encargada de los aforismos feministas. Como éste, dicho a un colega poco limpio: "Cuando una mujer expresa su preocupación porque un asunto importante se trate correctamente, no está haciendo un berrinche, está haciendo su trabajo".


Fuente: Diario Clarín

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