Ya desde los años sesenta, una gran número de habitantes de Alaska ha sido reportado como desaparecido. Allí, la psicóloga Abigail Tyler comenzó a grabar en vídeo las sesiones con los pacientes supuestamente secuestrados por aliens y sin saberlo descubrió algunas de las evidencias más inquietantes jamás documentadas en relación a la abducción alienígena.Narrativamente hablando, no tiene ningún sentido mostrar en paralelo las imágenes reales y las dramatizaciones. Esta necesidad de revalidar todo el tiempo la veracidad de los hechos en los que se basa la película hace que los documentos originales pierdan impacto y que los fragmentos actuados carezcan de valor.
Nuestra opinión: n n n n n
Cuando Sam inesperadamente vuelve a los Estados Unidos, nota que un nerviosismo se apoderó de su familia. Retirado y volátil, comienza a sospechar de la relación entre su hermano y su esposa. Los roles de Sam y Tommy se han invertido, entonces se enfrentan en un último desafío físico y mental.
La historia de amor entre una mujer madura y un hombre en sus veinte es una tendencia que los tabloides y las serie norteamericanas (“Cougar town” es un ejemplo de ello) se encargan de alentar constantemente. A pesar de la buena química entre Catherine Zeta-Jones y los pequeños que interpreta a sus hijos y del digno trabajo de Justin Bartha (el novio en apuros de “¿Qué pasó ayer?”), “Amante accidental” es una película más del montón.
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En un futuro no tan distante, casi 30 años después de la guerra final en la que el Sol encandiló de tal modo que gran parte de la humanidad perdió la visión, un hombre solitario camina a través de la tierra devastada en busca de un lugar específico. Ciudades vacías, malicia y salvajismo: todo a su alrededor muestra las marcas de una destrucción catastrófica, una civilización carente de toda ley. Las rutas pertenecen a pandillas que asesinan por un poco de agua o por el simple placer de ver sufrir a alguien.
Un muy buen trabajo de fotografía y una banda sonora acorde al relato terminan conformando una destacada propuesta de cine catástrofe con un interesante drama de fondo. Denzel Washington una vez más demuestra su versátil capacidad actoral.
Jeff Bridges, uno de los actores más queridos respetados por la comunidad hollywoodense, protagoniza esta historia junto a una siempre eficaz Maggie Glyllenhaal, ambas personificaciones sentidas y comprometidas que en el caso de Bridges le valió su reciente Oscar como mejor actor (el film también ganó una estatuilla a la mejor canción original: "The Weary Kind" de Ryan Bingham y T Bone Burnett).
La obra trae al momento actual a tres figuras de la historia: Juana de Arco, santa y heroína de la Guerra de los cien años, que condujo al triunfo a los ejércitos franceses en el siglo XV, luego condenada a la hoguera; Sor Juana Inés de la Cruz, la mayor figura de las letras hispanoamericanas del siglo XVII; y Juana Azurduy, una figura de nuestra independencia que luchó junto a Belgrano y a Güemes.
La situación trasgresora y las fantasías sexuales los enfrentan con su propia violencia, reflejo del mundo que quedó en el exterior. Nadie los busca, nadie parece notar que han desaparecido… y la travesura muta hasta convertir aquel sótano en un hábitat de supervivencia… Todo sucede a un ritmo vertiginoso, casi sin tiempo para reflexionar hacia dónde los llevarán las acciones que emprenden allí dentro.
El grupo descubre que todas las parejas sin excepción deben participar en las técnicas poco ortodoxas de terapia del famoso Monsieur Marcel (Jean Reno) ya que si no lo hacen, todos serán enviados de regreso a casa. Lo que sigue es un examen de los problemas reales que viven todos los matrimonios.
Después de haberlo visto con extensiones en “El vidente” y con el morocho a lo mohicano en “Peligro en Bangkok”, ¿alguien puede volver a creer en una composición hecha por Nicolas Cage? Cuesta trabajo sobreponerse a esos dos ejemplos y a él mismo le es prácticamente imposible dividir a la persona del personaje, por lo que nada de lo que hace en pantalla resulta real y es, por sobre todas las cosas, exagerado en extremo en sus gestos.
