Casi cuarenta años después de “Belle de Jour”, el film de surrealista realizador Luis Buñuel, el director Manoel de Oliveira sólo se toma poco más de una hora para contarnos que fue de la vida de aquellos personajes.
Husson intenta llegar a Séverine quien lo rechaza por todos los medios. Pero él la persigue hasta que finalmente logra captar su atención con la intención de revelar el secreto que sólo él conoce. Organizan una cena, durante la cual ella espera la revelación: lo que él le había dicho a su esposo cuando estaba mudo y paralítico por causa de una herida de bala que provocó uno de sus tantos amantes.
Es innegable la sutileza con la que esta producción fue realizada, pero la cantidad de tiempo muertos hacen presuponer que Severine y Husson no tenían mucho más para contar. De hecho, ambos sólo comparten escena por dieciséis minutos, donde apenas aprovechan a recriminarse asuntos con fecha de vencimiento hace cuatro décadas.
Las vistas panorámicas de la Ciudad Luz acompañadas de piezas instrumentales no alcanzan para sostener el relato. Incluso la puesta en escena, sobre todotas que acontecen en el bar, tienen grandes errores, algo que no puede ser ignorada en este autoproclamado homenaje a Buñuel.
Nuestra opinión: n n n n n
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