23 de enero de 2009

El Sustituto

Los Ángeles, marzo de 1928. Un bello sábado por la mañana en un suburbio de la clase trabajadora, la madre soltera Christine Collins dice adiós a Walter, su hijo de nueve años, y se dirige hacia su trabajo como operadora telefónica. Pero cuando Christine regresa a su modesto hogar, se encuentra con la peor pesadilla de cualquier madre: su hijo ha desaparecido. Una búsqueda exhaustiva e infructuosa sigue, pero cinco meses después un niño que dice ser su hijo es regresado por la policía ávida de disfrutar el golpe publicitario de reunir a madre e hijo. Aturdida por el enjambre de policías, reporteros, fotógrafos y sus propias emociones en conflicto, Christine es persuadida de llevar al niño a casa. Pero en su corazón, ella sabe que él no es Walter.
Cuando exige a las autoridades que continúen buscando a su verdadero hijo, Christine descubre que en el Los Ángeles de la época de la Ley Seca, las mujeres no cuestionan el sistema y viven para contarlo. Tildada de delirante e incapaz, ella encuentra un aliado en el Reverendo Gustav Briegleb (John Malkovich), quien la ayuda a luchar contra la ciudad para buscar a su hijo desaparecido. Enfrentándose a una policía corrupta que pone en duda su juicio y un público escéptico, Christine busca respuestas desesperadamente. Mientras lo hace, se convierte en una heroína insólita para los pobres y oprimidos que son abusados sistemáticamente e ignorados por el estado policial que controla a Los Ángeles. Ahora, la cruzada de una mujer no se detendrá hasta que encuentre a su hijo, a menos que los responsables de protegerla y servir a la ciudadanía no la silencien permanentemente.

Basada en un caso real, Angelina Jolie parece salida de la época del cine clásico, no solo por sus facciones claramente realzadas por la dirección de arte y maquillaje, sino por su interpretación, cargada de fuerza y dramatismo. La actriz de “Inocencia Interrumpida” (film por el que ganó el Oscar a Mejor Actriz de Reparto) encarna a la perfección el rol de madre desesperada ante la desaparición de su hijo y la impotencia ante la indiferencia de la policía.
Esto se ve claramente en un extracto de Los Ángeles Times del 17 de octubre de 1928, reportando sobre Christine en la audiencia ante la Comisión de la Policía: “La Sra. Collins dijo su historia claramente, planteando desde el principio que estaba segura que el niño no era su hijo desaparecido… Ella fue sometida a un examen exhaustivo por el presidente Schweitzer, quien terminó preguntándole que había sucedido poco antes de ser llevada al Hospital del Condado. ‘Me pidieron que me presentara ante el capitán Jones,’ dijo ella. Frente a varias otras personas, él me dijo, “¿Qué intenta hacer? ¿Hacernos quedar a todos como tontos? ¿Trata de eludir su deber como madre y que el estado se encargue de su hijo? Ud. sólo es una tonta.”

La necedad de los médicos, medios y fuerzas de seguridad se pone sobre el tapete, produciendo una desagradable sensación de angustia, desprotección y de no aceptación de la realidad por parte de quienes debieran ayudarnos y cuidarnos.

Que Clint Eastwood filma cada vez mejor, es innegable, pero “El sustituto” acaba de ser nominado a tres Oscar en los rubros Dirección de Arte, Fotografía y Mejor Actriz; lo que ratifica todo lo dicho.


Nuestra opinión: n n n n n

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