22 de octubre de 2007

Confesiones de una chica deliciosamente cruel

Con humor, ironía y despiadada honestidad Baby Trash lo cuenta todo desplegando en cada historia su encantadora y feroz sensualidad.

“Escribo porque es una necesidad. Como respirar, como dormir. Podría decir que fundamentales. Hay una cantidad de actos imprescindibles en la vida de los seres humanaos, pero yo tengo algunos otros que me marcan el compás; son mi motor. Y sí, no puedo deambular por la vida sin alguien a quien tocar, lamer. Parezco brutal, lo sé. Cualquiera podría decir que soy voraz. Lo soy.
Soy curiosa, inquieta y me tienta casi todo. Mis amigas me piden que les cuente, siempre que les cuente todo. Que les dé detalles, olores, sonidos, sensaciones… pero Trash, siempre Trash…
El deseo crónico me manda, una máquina deseante…Y así vivo todo, no creo en los grises, me aburren. Blanco o negro, sin matices. Y así soy con los hombres. Hasta la última gota…”

Con estas palabras comienza Baby Trash su intensa red de confesiones. Desde la experiencia de quien ha probado todo aquello que luego relata, esta joven e inquietante periodista se anima a develar los secretos de su intimidad dominada por la tentación crónica, la curiosidad y el abismo.

No hay comentarios.: