21 de mayo de 2009

Una noche en el museo 2

En sereno Larry (Ben Stiller) ha dejado atrás el mundo mal pagado de cuidar museos para convertirse en un solicitado inventor de productos de ‘infomerciales’, de Daley Devices. Parece tenerlo todo, pero falta algo en su vida, algo que lo lleva de regreso a su vieja guarida donde alguna vez tuvo la noche más mágica de toda una vida: el Museo de Historia Natural.
Un día, Larry hace un descubrimiento perturbador: su exhibición favorita, compuesta por algunos de sus mejores amigos, ha sido considerada obsoleta. Empacados en cajones, esperan a ser transportados hacia los vastos archivos del Smithsonian. El destino parece estar marcado, hasta que Larry recibe una angustiante llamada del vaquero Jedediah (Owen Wilson), quien le informa de un desastre inminente. Parece que los recién llegados han despertado de sus nuevas excavaciones, incluyendo el monarca egipcio Kahmunrah (Hank Azaria), quien está exigiendo el dominio del mundo después de haber dormido 3,000 años. Ahora, él y un trío de los secuaces más atroces de la historia -Iván El Terrible, Napoleón Bonaparte y Al Capone- están planeando conquistar el museo, una vez que liberen al Ejército de los Bajos Fondos.

Larry tiene algunos nuevos e impresionantes amigos que lograrán ayudarlo: desde el brillante Albert Einstein al honesto Abraham Lincoln, hasta la intrépida Amelia Earhart (Amy Adams), quien incita a Larry a redescubrir su falta de sentido de diversión y aventura. Junto con sus viejos conocidos, entre los que se encuentran Theodore Roosevelt (Robin Williams), Octavius (Steve Coogan), Sacajawea (Mizuo Peck), Atila El Huno (Patrick Gallagher) y los Neandertales, Larry no se detendrá ante nada para recuperar a sus amigos y restablecer antes del amanecer el orden en los pasillos del museo más grande del mundo, el Instituto Smithsonian, en Washington DC.

A pesar de todos los intentos, es indudable que la saga ha perdido gran parte de su atractivo y sorpresa. Tal vez sólo los más pequeños puedan encontrar algo de interés en ella.


Nuestra opinión: n n n n n

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