19 de junio de 2008

El Fin de los Tiempos

Comienza sin una clara advertencia. Parece haber salido de la nada. En cuestión de minutos, episodios de muertes extrañas y alarmantes, suicidios en masa y de las maneras más crueles y dolorosas, se desatan en las principales ciudades de los Estados Unidos. ¿Qué está provocando este colapso repentino y absoluto del comportamiento humano? ¿Acaso será un nuevo tipo de ataque terrorista, un experimento fallido, una diabólica arma tóxica, un virus fuera de control? ¿Se transmite por aire o por agua? ¿Cómo este fenómeno puede afectar de tal manera la mente humana?

Para Elliot Moore (Mark Wahlberg), profesor de ciencias de Filadelfia, lo más importante es encontrar una manera de escapar del misterioso y mortal fenómeno. Si bien él y su esposa Alma (Zooey Deschanel) se encuentran en medio de una crisis marital, huyen con Julian, amigo de Elliot y profesor de matemáticas (John Leguizamo), y su hija de ocho años hacia las tierras de cultivo de Pensilvania, donde esperan estar fuera del alcance de los espeluznantes y cada vez más frecuentes ataques.

No obstante, al poco tiempo se vuelve evidente que nadie, en ningún lugar, está seguro. Este asesino aterrador e invisible no puede ser evadido. Es solamente cuando Elliot comienza a descubrir la verdadera naturaleza de lo que está acechando allá afuera, y lo que desencadenó esta fuerza que amenaza el futuro de la humanidad, que descubre una pequeña esperanza para que su familia pueda escapar de lo que está sucediendo.

“El fin de los tiempos” tiene una secuencia inicial de lo más interesante, donde promete encauzar el relato en la línea de los thrillers clásicos de hace cincuenta años. Los primeros diez minutos, de escenas fuertes e interesantes, plantean una historia sumamente atractiva. el problema se presenta en los restantes 80, cuando las situaciones incoherentes y varias veces inconexas no hacen otra cosa que denotar la artificialidad de lo que estamos viendo en pantalla. Ni siquiera los dos actores protagonistas salen indemnes de este nuevo fiasco de M. Night Shyamalan, director de piezas muy superiores como “Sexto sentido” y “Señales”.

Nuestra opinión: n n n n n

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