Paul (Ryan Reynolds en un tour de force de noventa minutos como hace tiempo no se veía en cine) es un contratista norteamericano que se encarga de manejar camiones para la reconstrucción de las zonas más afectadas por el paso de las tropas de su país por Irak. Tras ser atacados, y presumiblemente asesinados, Paul es el único de sus compañeros en sobrevivir. Cuando despierta, se encuentra encerrado en un ataúd y enterrado en una locación desconocida. Solamente cuenta con un encendedor y un celular. Sabe que sólo tiene el tiempo que dure el oxígeno dentro de su tumba bajo tierra para encontrar la ayuda necesaria y lograr que alguien (sus empleadores, el gobierno de Estados Unidos, los captores) decidan desenterrarlo.
Nuestra opinión: Buena
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