En 1837 Victoria, de diecisiete años, está en el medio de una lucha por obtener el poder de la corona. Su tío, el Rey William (Jim Broadbent), está muriendo y es ella quien le sigue en la línea de mando. Todo el palacio esta en búsqueda de ganarse un lugar a su lado. Victoria se mantiene alejada de la corte gracias a su sobre protectora madre, la duquesa de Kent (Miranda Richardson), y su ambicioso consejero, Conroy (Mark Strong). Su única amiga fiel, es su institutriz Lehzen (Jeanette Hain), celosa de su lugar junto a Victoria.
Albert (Rupert Friend), el primo de Victoria y sobrino del Rey Leopold de Belgica, llega de visita invitado por su tía. Él fue educado para casarse con Victoria, hecho que la enoja ya que no quiere sentirse controlada nuevamente. Sin embargo Albert también esta cansado de ser manipulado por sus parientes. Ambos hablan sinceramente y se convierten en muy buenos amigos. Mientras tanto el Rey William muere y Victoria debe asumir como Reina de Inglaterra.
Pero todo esto tiene un final muy cercano cuando el partido político de Lord Melbourne (Paul Bettany) es derrotado en las elecciones, generando una furiosa reacción del pueblo. Es recién aquí cuando Victoria comprende la necesidad del apoyo de Albert, quien está decidido a no esperar más. Sabiendo de su belleza y sinceridad, Victoria acepta casarse con el. Una nueva etapa está por comenzar…
A pesar de la popularidad obtenida con “El diablo viste a la moda”, Emily Blunt encuentra en Victoria su rol consagratorio. Alejada por completo de la frivolidad que requerían varias de sus composiciones anteriores, aquí logra destacarse por una cuidada combinación de ingenuidad, inteligencia y templanza, dignas de una heredera al trono inglés.
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