El gran acierto de aquella primera remake que Rob Zombie dirigió en 2007
fue llevarnos hasta los orígenes de esta historia archiconocida. En este caso, la película comienza exactamente en donde concluyó su antecesora, pero careciendo de toda sorpresa. Se sabe que Mayers milagrosamente se las ingenia para seguir con vida más allá de lo humanamente posible. Es esta ridícula inmortalidad la que lo ha convertido en uno de los personajes escalofriantes más perdurables de las últimas tres décadas.Nuestra opinión: n n n n n
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