Walter Vale es un hombre viudo desde hace cinco años, que sobrevive como puede a una existencia monótona y sin ilusiones mientras da clases en una facultad de Economía de los suburbios de Connecticut. Cuando acepta suplir a un colega en una conferencia en Nueva York, sorpresivamente descubre a una pareja en su departamento. Tarek y Zainab, llegados de Siria y Senegal respectivamente, fueron víctimas de una estafa inmobiliaria y sin proponérselo se convierten en ocupantes ilegales del departamento de Walter.
Este les permite quedarse hasta que encuentren un lugar propio y muy pronto los dos hombres desarrollarán un fuerte vínculo que es reforzado cuando Tarek empieza a enseñarle a Walter percusión con tambores africanos. Como consecuencia de un arbitrario encuentro con la policía, el sirio, un indocumentado más en la Gran Manzana, termina en un centro de detención para inmigrantes ilegales. Walter será el único que se ocupe de él.
La cámara toma distancia del protagonista, prefiere retratar las situaciones sin invadirlas, una especie de testigo permanente, silencioso, no intrusivo.
Richard Jenkins (quien interpretaba a Nathaniel Fisher, el patriarca de la funeraria de la serie Six Feet Under) hace una composición sutil de un sexagenario desganado, cansado de su vida carente de sorpresas. Incluso prefiere renunciar a su sueño de aprender piano cuando descubre que aquello le llevará mucho más tiempo del que tenía en mente. Tal es su apatía, que ni siquiera se perturba cuando descubre que su departamento está siendo ocupado por otras personas. La personalidad de Walter parece estar concebida a prueba del mundo que lo rodea.
Nuestra opinión: n n n n n
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