Mucho antes que el concepto existiera, Georgiana Spencer Duquesa de Devonshire fue lo que en la actualidad denominaríamos la chica del momento. Como la Princesa Diana, su descendente directa, ella fue deslumbrante, sofisticada y adorada por su país entero. Decidida a participar en los asuntos del mundo, demostró que podía apostar y ganar más, beber más y ser más lista e ingeniosa que los aristocráticos hombres que la rodeaban. Ayudó a propiciar cambios radicales en Inglaterra como una de las principales militantes del progresivo partido Whig que abogaba el monarquismo constitucional y se oponía al gobierno absoluto del rey.
Pero a pesar de que su poder y popularidad crecían, vivió angustiada por el hecho que el único hombre en Inglaterra al que no logró seducir fue su propio esposo, el Duque. Cuando ella trató de encontrar su propia forma de ser fiel a su corazón y leal a su deber, las controversias y las relaciones turbulentas resultantes dieron de que hablar a todo Londres.
“La Duquesa” es un drama de época de impecable factura técnica que plasma el machismo exacerbado y la terquedad de los monarcas que suelen vivir para rodearse de prostituta al tiempo que condenan a sus mujeres por no ser capaces de “brindarles” un heredero hombre.
Condensar tantos años de historia en tan solo 110 minutos genera que el avance temporal no sea del todo cronológico con los cambios físicos de su protagonista femenina, la genial Keira Knightley.
Nuestra opinión: n n n n n
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