"Clarín" fue el único medio argentino que participó del rodaje de la película, que se estrena el jueves. Y dialogó con Zac Efron y Vanessa Hudgens, los protagonistas, en la mismísima escuela en Utah donde se filmaron las tres partes de la saga de Disney.
El marcardor indica que los Wildcats pierden por un punto contra los Knights. Hay tensión en el ambiente. Pero un tanto de Troy Bolton (Zac Efron) vuelve a poner el juego de básquet en iguales condiciones. "Corten", dice el director y productor ejecutivo Kenny Ortega una vez que los 300 extras bajaron de las gradas saltando y festejando el logro.
Son las cuatro de la tarde en el gimnasio del East High School, la escuela de Salt Lake City, Utah, donde se está rodando High School Musical 3: La graduación, que este jueves se estrena en la Argentina. Teniendo en cuenta que están repitiendo la escena desde las dos, no hay más que envidiarles la energía. Una asistente se acerca al protagonista y le rocía la cara simulando transpiración. En seguida, otra le revuelve el pelo. Listo para seguir. Corbin Bleu, que en la historia es Chad, practica la coreografía de la jugada y con una habilidad increíble hace girar la pelota sobre su dedo índice infinitas veces. A su alrededor, todo fluye: mucha gente cuida cada detalle.
"La gran diferencia es que esta vez empujamos nuestros límites. Nos tomamos el doble de tiempo para rodar, tenemos 38 bailarines y hay escenas en que aparecen 100, sumamos a tres nuevos talentos que se las traen y los chicos están insuperables", le dice a Clarín Ortega, que trabajó con Gene Kelly, Madonna y Cher. Y, segundos después, reconoce: "Yo estuve en tu país y me encantó. ¡En cuanto pueda, vuelvo!".
Una persona de prensa invita al equipo de periodistas —de la Argentina sólo está Clarín— a pasear por las instalaciones. Esta es una escuela pública con años de tradición en la zona. Y casi no hubo que tocarle nada: sólo le agregaron telones nuevos al salón de actos y un par de fuentes que se ven muy bien en la primera escena de HSM 2, porque acá se filmaron las tres películas (las dos primeras son telefilmes). Según cuentan, el lugar ya se convirtió en visita obligada de los turistas que llegan a Salt Lake City. Y en la escuela pusieron una persona que hace de guía turística: reciben por lo menos 15 visitas diarias.
"Estoy orgulloso de este equipo", asegura Bill Borden, productor y creador de la trilogía. Y confiesa: "Hay planes para hacer una nueva. En ese caso se buscaría una nueva generación de chicos. Y probablemente pronto se estrene un espectáculo en Broadway". Para los poco memoriosos, algunos datos: High School Musical se estrenó en 2006, en Disney Channel. Alcanzó 250 millones de espectadores, que la vieron en 20 lenguas, en 100 países. Fueron un fenómeno de ventas el disco, el merchandising, y el libro. Además, hicieron una gira mundial que los trajo a la Argentina y un tour "on ice", que también los llevó al Sur. Con semejante éxito, incluyeron una atracción temática en los parques de Disney y tuvieron muchísimos pedidos para hacer las versiones teatrales en todas partes del mundo. En tanto, HSM 2 fue lo más visto en la historia del cable: 18,6 millones de espectadores la vieron el día de su estreno. Y repitió el éxito en todos los rubros de su antecesora.
¿Cuál es el secreto para semejante éxito? Borden responde: "Creo que había una brecha en los musicales. Los chicos quieren música hecha especialmente para ellos y eso lo encontraron en HSM. Algunos podrán pensar que esto no es verdaderamente el mundo de los chicos de la secundaria, que es un poco naif. Bueno, yo hago esto. Desde el vamos quise armar algo para sentarme a verlo tranquilo con mis hijos". Según el productor, el fanatismo por HSM lo sorprende con las cosas que genera, más allá de los chicos. Por ejemplo, hay empresarios importantísimos que llaman para intentar que sus hijos vayan al rodaje. "Si se puede, no hay problema. Lo que sí es condición es invitar a chicos con discapacidades. Hay que ver con el cariño que se relacionan. Y cómo le responden nuestros chicos", concluye Borden.
Minutos más tarde, en el aula reconvertida en sala de prensa, asoma Vanessa Hudgens, pura suavidad. "Me instalé acá hace un mes, vine con mis padres y la estoy pasando muy bien. Sabemos que éste es el final, al menos para nosotros. ¡En esta película egresamos! Así que intentamos aprovechar cada minuto juntos", cuenta la morocha.
Según el libro de Peter Barsocchinni, a Gabriella la aceptan antes de terminar el año en una universidad y deberá decidir si se va y se separa de Troy... O no. Mientras, la profesora les pedirá a todos que armen una obra reflejando lo que fue la secundaria para ellos y los miedos y sueños que tienen para su futuro. Por supuesto, no faltará la gala de egresados. "Estoy segura de que no vamos a separarnos", dice Vanessa, que, aunque no habla del tema, en la vida real es la novia de Zac Efron. "Mi mejor amiga es Ashley (Sharpay). Nos encanta ir al shopping, hacernos la manicura, comprar zapatos de Christian Laboutain... Eso no va a cambiar para nada".
Son las 0.15. Zac Efron abre la puerta donde lo espera la prensa. Da la mano a cada uno y pide disculpas. Todavía le queda un rato. Dirá que Disney le cambió la vida, que John Travolta fue su mentor en Hairspray y que aspira a tener una carrera como la de él. Alguien le pregunta si es conciente de que es toda una estrella. El mira incrédulo. Y lo niega. Dice que le queda mucho camino por recorrer. Es cierto. Tanto como que está dando los pasos acertados.
Fuente: Diario Clarín
No hay comentarios.:
Publicar un comentario