El film se centra en la gira triunfal por Gran Bretaña del célebre escapista Harry Houdini (Guy Pearce) y la relación que él traba con una misteriosa mujer (Catherine Zeta-Jones), aparentemente dotada de poderes psíquicos. En 1926, Houdini se encuentra en el último tramo de una exitosa gira por todo el mundo, pero es también una época de ingentes debates científicos. Debido a esto, el mago llega a Edimburgo con todos los brillos de ser una superestrella y ofrece diez mil dólares (una fortuna por aquellos años) a quien pueda demostrar fehacientemente estar a la altura de los desafíos casi sobrenaturales que él propone. Mary McGarvie y su hija Benji (Saoirse Ronan, actriz de Expiación), que posee un show de variedades y music-hall, se proponen sacar ventaja de esta oferta tratando de engañar a mismísimo rey de los ilusionismos.
Con una estética muy precisa y sin fallas, al igual que el elenco, parejo en sus interpretaciones, esta producción entre Estados Unidos y la BBC intenta mostrar que no era el cuerpo de Houdini lo que estaba encadenado, sino su corazón. ¿Cómo era la relación entre el mago y su madre? ¿De que modo influye la misma en su nuevo vínculo con Mary?
El último gran mago posee varias referencias a la cultura escocesa, como el monumento a sir Walter Scott –autor de Ivanhoe-, y se permite montar un cuadro musical al ritmo del tango, el foxtrot y la polka.
Nuestra opinión: n n n n n
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