Manuel (Coco Sily), es un buscavidas y su única aspiración, es zafar. Ha pasado por diferentes negocios e intentos frustrados hasta recalar en el último de ellos: estafar a la gente haciéndose pasar por astrólogo, tarotista, vidente e hipnotizador. Pero de pronto cree ver una salvación cuando el “destino” lo cruza con Julio (Jean Pierre Noher), un viejo amigo, empleado de confianza de una oscura consultora de negocios; fachada de una empresa dedicada a lavar dinero sucios. Sin dudarlo, Manuel tratará de convencer a Julio de hacer “algún negocio juntos”: planear un robo para el cual deberán convencer a otro amigo del barrio, el Petiso (Marcelo Mazzarello), cerrajero y especialista en cajas fuertes. Manipulando las cartas de tarot y supuestas coincidencias astrológicas, trata de embarcar a Julio y al Petiso en la concreción de una vieja fantasía que compartían de jóvenes, el robo perfecto.
¿Por dónde empezar a citar la gran cantidad de inconvenientes que presenta este mediocre film? Difícil e responder. Sily hace de si mismo, no se nota un mínimo trabajo por querer componer un personaje, que por ser de barrio, no necesariamente debe hablar sin el uso de las s. Todas y cada una de las situaciones son forzadas y poco creíbles, intentando hacer humor con el concepto de la típica viveza criolla, desaprovechada a más no poder. Además, la presentación de Carla Conte pasa completamente inadvertida.
A modo de efecto retro, volvieron los inconvenientes de audio al cine nacional, donde la banda sonora es por momentos más audible que los diálogos…
“Dos amigos y un ladrón” no escapa al peor pecado que puede cometer una comedia: aburrir.
Nuestra opinión: n n n n n
No hay comentarios.:
Publicar un comentario