Y finalmente ocurrió. Llegó el pregonado eclipse y con él, el momento de la verdad para Lola (Carla Peterson), que eligió seguir siendo Lola y quedarse con Facundo (Luciano Castro) porque finalmente descubrió que, más allá de todo, "sin vos no soy yo", como le dice a bordo del catamarán del Tigre que iba a llevarlo muy lejos de ella (hasta Carmelo, Uruguay, quizá, dado el puerto), para luego sellar el pacto de una nueva vida juntos con un beso largo, larguísimo. Uno que hizo las veces de privilegiado telón -con un primoroso "fin" incluido- para Lalola, sobre el que discurrieron los nombres y apellidos de los técnicos que trabajaron a lo largo de los 150 capítulos de la exitosa tira producida por Dori Media, que ya fue vendida a más de 40 países (entre versiones originales y adaptaciones), incluido los Estados Unidos.
Como mucho se especulaba, fue el sorpresivo encuentro entre la desesperada Lola y su cuerpo de hombre (el regreso de Juan Gil Navarro luego del primer episodio) lo que terminó por convencer a la heroína que no quería volver a ser Lalo, como le había anunciado a un atónito Facundo en el altar. Bastaron un par de comentarios insinuantes de la impenitente Daniela Calori -también embrujada por un novio cansado de sus infidelidades-, acerca de las virtudes de su flamante masculinidad a la hora de escapar de la censura social y continuar con sus escapadas para que Lola, helada, descubriera que su vida pasaba por otro lado: por Facundo, por formar una familia y por dejar la editorial atrás.
Fuente: Diario La Nación
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