Antonio es un hombre de 85 años que ha sufrido de algunos problemas cardíacos en los últimos días. Obligado a permanecer en su cama, es cuidado con dedicación por los caseros de la vieja estancia donde él vive. Antonio espera a su hijo, un reconocido pianista que vive en el extranjero y del que se encuentra distanciado, quien alertado del frágil estado de su padre decide regresar al país.
Pero el anciano es demasiado orgulloso como para rebajarse y dejar que su primogénito lo vea dando pena postrado en su cama. Desoyendo las recomendaciones de su médico y burlando la vigilancia de sus empleados, se levantará y saldrá a recorrer sus tierras. Afuera, la naturaleza lo espera intensamente, pero su frágil estado de salud puede llegar a ser una amenaza fatal.
El director Carlos Sorín otra vez va por el camino de la naturalidad y lo real, sumando a sus “no actores profesionales” las participaciones de Luis Luque, Arturo Goetz y Carla Peterson (en su debut cinematográfico). Con una excepcional partitura compuesta y conducida por Nicolás Sorín, la poesía de las imágenes bellamente fotografiadas alcanza un nivel de lirismo aún mayor.
Nuestra opinión: n n n n n
Pero el anciano es demasiado orgulloso como para rebajarse y dejar que su primogénito lo vea dando pena postrado en su cama. Desoyendo las recomendaciones de su médico y burlando la vigilancia de sus empleados, se levantará y saldrá a recorrer sus tierras. Afuera, la naturaleza lo espera intensamente, pero su frágil estado de salud puede llegar a ser una amenaza fatal.
El director Carlos Sorín otra vez va por el camino de la naturalidad y lo real, sumando a sus “no actores profesionales” las participaciones de Luis Luque, Arturo Goetz y Carla Peterson (en su debut cinematográfico). Con una excepcional partitura compuesta y conducida por Nicolás Sorín, la poesía de las imágenes bellamente fotografiadas alcanza un nivel de lirismo aún mayor.
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