El luchador

Allá por los años 80, Randy “Ram” Robinson (Mickey Rourke) era uno de los mejores luchadores profesionales. Ahora, veinte años después, él actúa frente a fanáticos de la lucha libre en gimnasios de escuelas secundarias y centros comunitarios en Nueva Jersey.
Separado de su hija (Evan Rachel Wood) y sin posibilidad de mantener una relación real, Randy vive para sus fans y para disfrutar de su propio espectáculo. Sin embargo, un ataque al corazón lo obliga a retirarse. Mientras pierde su identidad, comienza a evaluar el estado de su vida actual: intenta reencontrarse con su hija e iniciar un romance con una bailarina (Marisa Tomei) quien está preparada para empezar una nueva vida. Mas todo esto no se compara con la emoción del cuadrilátero y la pasión que siente por su arte, mundo al que constantemente quiere regresar.

Nominado al Oscar como mejor actor, Mickey Rourke ES la película. Sin él “El luchador” perdería todo su atractivo. Esta producción, la más lineal y conservadora de toda la excéntrica filmografía de Darren Aronofsky, resalta el atractivo innato de Marisa Tomei (incluso cuando se anima a un erótico pole dance) y el talento de Evan Rachel Wood, a quien los pocos minutos que está en pantalla le alcanzan para demostrar que es una de las actrices más talentosas de su generación.

A tener en cuenta: la crudeza de las luchas no la hacen una película apta para impresionables. Hasta una pierna ortopédica se transforma en arma de combate…


Nuestra opinión: n n n n n