Años después, John, ya con una estampa donjuanesca, publica un exitoso libro de autoayuda que lo transforma en un sólido literato, y cuando sus múltiples compromisos le dejan unos días de libertad decide regresar a su casa y sorprender a Beverly, su madre, con la noticia de que le otorgarán una prestigiosa distinción que sólo merecen aquellos que lograron triunfar en sus respectivas disciplinas. Pero la alegría de John pasa a ser angustia cuando descubre que su madre se ha enamorado del señor Woodcock.
Forzado a pasar el tiempo con ellos, el joven debe soportar la filosa lengua y las tácticas de intimidación de su antiguo profesor. Ignorando los ruegos de su editora para que regrese a su trabajo, John extiende la visita para poder separar a su madre de ese odiado individuo. Con la ayuda de un antiguo compañero de colegio, el muchacho se interna en una serie de aventuras y desventuras y descubre que el pasado es difícil de dejar atrás.
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