La película habla de tres hermanos cuyos caminos chocan cuando su madre, encargada de gestionar la excepcional colección de arte que perteneció a su tío, muere repentinamente. Los tres se verán obligados a entenderse y a limar sus diferencias.
Asimilar legados familiares no siempre es sencillo de aceptar. ¿Cómo hablar de sucesiones y testamentos cuando los propietarios de los bienes aún están con vida?
“Las horas del verano” se toma 25 minutos para presentar la dinámica familiar cuando todos sus miembros se reúnen para el cumpleaños de la matriarca. A partir de allí, la historia se irá centrando en cada uno de ellos de modo independiente y en sus vidas apartadas del hogar materno. Adrienne es una diseñadora con éxito en Nueva York, Frédéric un economista y profesor universitario en París y Jérémie un dinámico hombre de negocios asentado en China. Los tres deberán enfrentarse al fin de su niñez, a las memorias compartidas, a sus orígenes y a su particular visión del futuro.
El ensamble de actores adultos y jóvenes es preciso, en especial el trabajo de Edith Scob, cuya Héléne permanece en la historia más allá de su desaparición física. Una blonda Juliette Binoche desborda carisma confirmando su status de actriz francesa reconocida y aceptada internacionalmente por el público y la crítica. Este drama familiar tiene ciertas discusiones previsibles entre los hermanos, pero es en su manejo sutil de los climas y sentimientos en donde sin duda maximiza su calidad narrativa.
Nuestra opinión: n n n n n
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