La foto de Nadia (ahora Celeste) sale volando de la mano de Laura y flota por debajo del banco, hacia delante, hacia la Vaca, que no se da vuelta para nada. Este no es el único gesto que intriga a Sebastián. Todos comienzan a descubrir que hay algo intenso y raro en ella, "la chica nueva". Y lo contarán de muchas maneras. Porque cada uno es testigo de su propia experiencia. Una historia es siempre una conversación, y este libro es el encuentro de dos conversaciones: la de la angustia de adolescente sola y la de los argentinos que no conocen su verdadera identidad.
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