La condesa Marga d’Andurain protagonizó una vida propia de la mejor novela de aventuras. Nacida en el seno de una familia de la burguesía vascofrancesa, fue una mujer adelantada a su tiempo, rebelde y apasionada, que desde su Bayona natal viajó a ciudades legendarias como El Cairo, Beirut, Damasco o el Tánger de entreguerras, donde llevó a cabo increíbles hazañas. Espió para los británicos, regenteó junto a su marido un hotel en el desierto sirio y se propuso ser la primera occidental que entrara en La Meca. Para ello, ya divorciada, se casó con un beduino y se convirtió al Islam.
Su viaje al corazón de Arabia fue una auténtica pesadilla, al ser recluida en un harén y más tarde encarcelada en la terrible prisión de Yidda. Al abandonar Oriente Próximo, se dedicó al tráfico de opio en el París ocupado por los nazis y acabó sus días trágicamente en Tánger. La prensa francesa, deslumbrada por sus temerarias aventuras, la calificó como «La reina de Palmira», «La Mata-Hari del desierto», «La condesa de los veinte crímenes» o «La amante de Lawrence de Arabia». Pero ¿quién era en realidad esta mujer fascinante? ¿Una peligrosa espía, una asesina o tan sólo una audaz viajera?
Cristina Morató, atraída por esta misteriosa dama, ha logrado develar estos interrogantes al localizar a su hijo menor, Jacques d’Andurain, héroe de la Resistencia francesa y testigo directo de las andanzas de su madre. Gracias a su estrecha colaboración, la autora ha podido reconstruir la azarosa vida de una mujer marcada por el escándalo y olvidada por la historia, que encontró en la aventura su razón de existir.
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